Por: Higueras M. Es un ciudadano común
Normalmente los primeros meses son de organización, planificación y preparación de los elementos claves para lograr el objetivo de gobernanza y gobernabilidad para un periodo electivo. Sin embargo, a casi nueve meses de inicio de mandato; el gobernador Damián Condori al parecer se está frustrando, la mayoría de las expectativas de cambios y transformación que en su momento planteó como alternativa electoral opositora en la segunda vuelta al contrincante electoral MAS, que por más de 10 años dejó al departamento destrozado y postergado, además en tiempos de vacas gordas de los importantes ingresos por regalías e impuesto directo de hidrocarburos.
¿Por qué gobernador wayrunqu? La significación de wayrunqu; no es otra cosa que el nombre en el idioma Qhichwa de un avispón que gira en círculos, sin ninguna orientación y muchas veces se choca de manera torpe y no parece darse cuenta. De ahí, que este sobrenombre se les da a personas desorientadas y que realizan cosas sin sentido; es decir desarrollan habilidades para wayrunqiyar o pasar el rato desorientado.
Hasta ahora, el actuar del gobernador Damián Condori queda bien como “wayrunqiyadas” porque no ha definido el norte para gobernar Chuquisaca y al no tener el objetivo, se rodea por pasar el rato de otros wayrunqus que disfrutan su desorientación expresada en dádivas foráneos de la región, pero especialistas aduladores de los departamentos de Oruro y Tarija que quizá además de ser sus amigos, poco pueden conocer del contexto y realidad de los chuquisaqueños y los retos que tiene este departamento, más en un contexto rumbo al bicentenario.
¿Por qué alcalde huallpa Phuru? Por otro lado, en Sucre el alcalde bien podría merecer el título de Wallpa Phuru (pluma de gallina), que se suele decir a las personas de quienes sus opiniones no valen nada y/o no son tomados en cuenta por mandos superiores y sus expectativas básicamente deben reducirse a replicar libretos y defender a sus jefes. Quizá, este es el caso de don Enrique Leaño, que primero se encuentra en una cruel encrucijada que no solamente afecta su calidad de autoridad, sino también su profesión de médico. Es decir; debe someterse a una decisión nacional de sus jefes, que antes atribuían el SARS-CoV-2 a un invento de la “choca” Jeanine Añez e incluso aseguraban que se trataba de un invento del “imperio” y que si se vacunaban la población se convertiría en lobos, monos salvajes, etc. Mismos jefes que después determinaron obligar la vacunación con normativas y cómo requisito en la función pública. Sin embargo, además de no funcionar la obligatoriedad esa intención y contradicción no aceptaron ni sus mismos “adoctrinados” y tuvieron que retractarse en más de dos oportunidades.
El dicho de wallpa phuru, es además atribuible a la inconsistencia de ideas de progreso y desarrollo para Sucre donde ni una rendija de luz aparece, con presupuestos aprobados en la gestión anterior, nadie sabe sobre el norte del PTDI, PEI etc. que quizá una vez más fue improvisada y se repite la cotidianidad con la famosa frase “así nomás es la función pública”, que refuerza y continúa la desastrosa gestión de la ex. Alcaldesa doña Charo.
En conclusión, al parecer no sirve de nada cambiar a las autoridades, primero, si no se encuentra el norte del departamento de una manera diferente a la agotada cotidianidad de últimos 20 años o más. Por otro lado, el municipio al ser extremadamente improvisado repite un vicioso círculo de postergación y algunas veces circo ante la población. Una vez más se requiere repensar en la visión departamental desde la perspectiva de autonomía, capacidades de gestión pública y la necesidad de pacto fiscal.