Por Isaías Zuna Prieto.
El llamado que hacen el gobernador y las
organizaciones sociales afines al gobierno, a la unidad de los chuquisaqueños para
“no pagar” por las acciones de SOBOCE revertidas a la Gobernación de Chuquisaca, argumentando que su
pago dejaría a Chuquisaca sin recursos para su desarrollo por tres años, que
Samuel Doria Medina a saqueado los recursos de FANCESA y los chuquisaqueños
trabajamos para enriquecerle, que pagarle sería seguir favoreciendo a los ricos,
que ese dinero tiene que ir a los pobres y que FANCESA es del pueblo
chuquisaqueño. ¿Qué significa esto? ¿Un chantaje emocional mentando a los
pobres? ¿Una manipulación al sentimiento cívico chuquisaqueño? ¿Un llamado a
violar el estado de derecho con el despojo del bien ajeno?
Los argumentos expuestos por el
gobernador y sus asesores y el fallo del juez que dispuso el pago de más de 98
millones de dólares por la reversión de las acciones de SOBOCE a la Gobernación de
Chuquisaca y por intereses devengados por el incumplimiento del Decreto Supremo
que dispuso el pago por dichas acciones en 180 días, previa valuación por una
consultora independiente, ponen de manifiesto la total improvisión con la que
implanta el señor Presidente su política de nacionalización y estatización de
las empresas transnacionales y privadas, al calor de sus animadversiones y de
viejas consignas socialistas vaciadas de sentido, con la falsa esperanza de
granjearse el respaldo popular, sin contar con un estudio técnico de respaldo
ni con un modelo de gestión definido para cada caso.
Así, el Presidente Evo Morales no pensó
en el desarrollo de Chuquisaca cuando firmó el Decreto de reversión de las
acciones de SOBOCE a la
Gobernación de Chuquisaca, por ejemplo, no pensó que
provocaría la salida del capital que tenía SOBOCE bien invertido en Chuquisaca,
produciendo cemento; ni pensó que el monto millonario que tiene que pagar la Gobernación no generará
ni un gramo extra de producción, porque sólo irá a cubrir el vacío que dejará la
salida de SOBOCE; tampoco pensó que esta suma millonaria tendrá que salir del
presupuesto departamental, reduciendo sustancialmente los recursos de la Gobernación para la
inversión en producción y en desarrollo humano y social; pero además el
Presidente, como gobierno central, no aportó ni un centavo, cargó a la Gobernación de
Chuquisaca toda la responsabilidad de pagar por las acciones revertidas; y para
el colmo, hace poco impuso arbitrariamente a FANCESA una multa de 12 millones
de bolivianos, dice por no cubrir bien el mercado nacional, cuando esta
responsabilidad no es solo de FANCESA sino de todas las cementeras. Entonces, pregunto
¿quiénes son los traidores del desarrollo de Chuquisaca?
Hay muchos, como David Sánchez, Urquizo y
otros, que opinan que no debe pagarse por las acciones de SOBOCE, porque sería
seguir favoreciendo a los ricos, que ese dinero debe ir a los pobres. ¿Por qué
mienten? ¿Por qué no confesan que detrás de esas excusas se halla agazapada el
pillaje, el despojo del bien ajeno y el saqueo al Estado? Hace poco quisieron
ponerle las manos a los recursos del Proyecto Sucre Ciudad Universitaria. Unos
meses atrás, con esta misma lógica de pillaje, el ministro Carlos Romero y el
Presidente Evo Morales quisieron imponer la ley de extinción del derecho
propietario, pero no esperaban que una mujer valiente, con ética y principios,
como Rebeca Delgado, fuera a desbaratar el proyecto concebido por la “inteligencia”
abismal de Romero. Acusan también a SOBOCE de haber causado daños económicos a la Alcaldía de Sucre, de
saquear los recursos de FANCESA, de no haber pagado por las acciones, etc. ¿Por
qué no demostraron todo eso en el juicio que perdieron? ¿No hubo argumentos,
pruebas? ¿Qué paso con la consultora que contrataron, o hasta en eso hubo
corrupción? ¡¡Y basta de justificar la pillería poniendo de pretexto a los
pobres, al desarrollo de Chuquisaca!!
Que Chuquisaca siga siendo uno de los
departamentos más pobres de Bolivia, especialmente en el área rural, no es
cuestión de las acciones de SOBOCE, es cuestión de que los municipios y sus
instancias técnicas y la propia Gobernación no hayan sabido gestionar el
desarrollo, es curioso que el gobierno que tanto habla de cambio no sepa que el
desarrollo es cambio, pero cambio de actitud, de mentalidad, de esperar ayuda a
producir, de los derechos a las responsabilidades, de la dependencia a la
autonomía, del Estado Plurinacional rentista, paternalista y autoritario al Estado
Promotor de Autonomías, de Autorrealización y de Solidaridad. Lo contrario significa
seguir invirtiendo fraudulenta-mente en proyectos que nunca resultaron. ¿Qué
pasó con nuestras regalías millonarias de Vuelta Grande y Campo Piraymiri? Las
invertimos desde los años 70 en proyectos psícola, ovino, porcino, lechero,
forestación, en servicios básicos, escuelas, postas, caminos, defensivos,
silos, capacitación y asistencia técnica, etc., ahora con la Gobernación “invertimos”
nuestras regalías en césped sintético, coliseos, tinglados, mercados, salones de
reunión, puentes, entrega de semillas, formación política, pero Chuquisaca no
ha salido de la pobreza: los hermanos indígenas originarios campesinos siguen esperando
más ayuda y exigiendo sus derechos.
El gobierno de Banzer en 1999 privatizó
el 33,4% de las acciones de FANCESA, de propiedad de la Prefectura de
Chuquisaca, que fueron compradas por SOBOCE en 26 millones de dólares, cuyo
pagó se acreditó con un documento bancario a favor de la Prefectura, con dinero
proveniente de un crédito bancario que endeuda a Samuel Doria Medina. Como
muchos recordarán, de los 26 millones de dólares, cuatro millones se destinó a
financiar el asfaltado de la carretera Sucre – Tarabuco y Tarabuco – Zudañez,
quedando un saldo de 22 millones de dólares. Como chuquisaqueños debemos exigir
al ex Prefecto, David Sánchez; a la ex Prefecta, Sabina Cuellar; y al Gobernador,
Esteban Urquizo, que nos expliquen ¿dónde esta esos 22 millones de dólares? ¿Se
gastó? ¿En qué? ¿Por qué no consultaron? ¿Está en depósito? ¿Por qué no se ha
invertido?
Lo anterior y las siguientes preguntas,
dan cuenta de la incapacidad del Estado para administrar los recursos y las
empresas públicas: ¿Qué paso con la nacionalización de las empresas de servicio
de agua potable en Cochabamba y El Alto? ¿Han ampliado su cobertura de servicio,
han mejorado la calidad del mismo? ¿Por qué el gobierno ha intervenido por
segunda vez la empresa de agua potable de El Alto? ¿YPFB cumple con sus
objetivos de exploración, explotación, transformación, distribución y
comercialización? ¿Por qué disminuyeron nuestras reservas certificadas de gas?
¿Por qué Bolivia no se convirtió en el centro energético de Sur América, como
se proyectaba? ¿Siete años para construir una planta separadora de combustibles
líquidos de una quinta parte del gas que exportamos? ¿Qué paso con el gas
domiciliario? ¿Por qué se sigue racionando energía eléctrica manteniendo las
calles oscuras? ¿Por qué no se ha provisto gas al mutún? ¿Qué pasó con la producción
de las nuevas plantas de industrialización de leche, de cítricos, etc. inauguradas
con tanta sonaja en muchas regiones del país? ¿Qué pasó con la producción de
las fábricas de Papelbol y Cartonbol? ¿Alguien compró o consumió la producción
de estas empresas?
Definitivamente, el Estado es un mal administrador
de las empresas públicas, porque son los vividores y traficantes de la política,
los que son designados gerentes, directores, asesores y operarios de estas
empresas, sin saber nada de iniciativa, emprendimiento, inversión, organización,
responsabilidad por generar trabajo y remunerar bien, convirtiéndose las
empresas públicas en botín de la “militancia” de los partidos políticos (sean neoliberales
o masistas), que se mueven con el único interés de apropiarse de los bienes y
recursos del Estado, conducta de saqueo y pillaje que, lamentablemente, es
reforzada por el propio Presidente, por ejemplo, cuando protege a los
avasalladores de tierras y de cooperativas mineras, cuando deja que los
funcionarios de la aduana roben las mercaderías incautadas, al igual que ocurre
con los bienes y dineros de la interdicción del narcotráfico, cuando se
promueve la extorsión de jueces, fiscales, testigos, imputados, etc., desde los
ministerios de gobierno, de la presidencia y de justicia, en su afán de
perseguir y encarcelar opositores para mantenerse en el poder, cuando el Presidente
arenga a sus funcionarios: “metanle no mas, luego mis abogados lo van
legalizar” y cuando no da lugar a la fiscalización y al control social del
Programa “Evo Cumple”, manejado discrecionalmente por el Presidente, sin un
plan, ni control.
Por lo expuesto, los chuquisaqueños y
bolivianos conscientes no podemos apoyar a este gobierno. ¿Cómo recibirle al
Presidente si el pasado año para el 25 de mayo apenas entregó un tomógrafo y
ahora nuevamente viene a entregar sólo un césped sintético, además quiere
entregar el horno Kawasaki en FANCESA sin haber puesto un centavo y luego de
haber multado a la Fábrica
arbitrariamente con 12 millones de bolivianos? Los 50 millones de bolivianos
que ha anunciado invertir en obras conjuntamente el Alcalde no es más que eso:
un anuncio que hizo para salir de paso, precisamente porque no tenía nada para
entregar el 25 de Mayo, ahora tiene un anuncio de 50 millones. Por tanto, NO
APOYES A ESTE GOBIERNO NI ASISTAS A SUS CONVOCATORIAS.
Sucre, 18 de mayo del 2013.
Dinosaurios y cocodrilos
El artículo del señor Miguel Morales
refleja una media verdad, contaminada ideológicamente, ya que en la lectura de
la información que presenta no toma en cuenta la variable histórica. Para los
economistas, como don Miguel, los hechos presentes están explicados en gran
parte por los hechos pasados relevantes, que a su vez crean las condiciones
para el desarrollo de los hechos futuros. No hay que olvidar que la economía es
una ciencia histórica y una ciencia probabilística no experimental.
Se afirma que FANCESA creció con una
tendencia creciente, que casi duplicó su producción desde 1998 hasta el 2010 y
que el único periodo en que decreció la producción fue los años 2000 y 2001,
con la racionalización de FANCESA que puso en marcha Doria Medina y que el
shock fue tan fuerte que tuvieron que transcurrir cinco años para que se
recupere los niveles de producción de FANCESA. Y mientras tanto, su hermana
melliza, SOBOCE, empezó a crecer a grandes pasos, hasta producir hoy cuatro
veces más que FANCESA.
Esta historia está mal contada, por dos razones:
Primero, no se toma en cuenta que entre el año 2000 y 2001 la economía de la
región y la boliviana en particular pasan por un periodo recesivo (estamos
hablando del interinato de Tuto Quiroga) y que se reflejó en la Guerra del Agua, Febrero y
Octubre Negro, lo que Álvaro Linera denominó “la crisis de corto plazo” que es
la crisis del neoliberalismo. Segundo, como consecuencia de ello, no sólo
FANCESA disminuye su producción sino también SOBOCE y las otras Cementeras y
eso se puede ver en la Tabla
1 que nos presenta don Miguel. El año 2000 SOBOCE producía 425,6, FANCESA 265,4
y las otras Cementeras 380,9
miles de toneladas de cemento, FANCESA y las otras
Cementeras ya habían disminuido su producción un año antes. El año 2001 SOBOCE
disminuye su producción a 402,1, FANCESA a 235 y las otras Cementeras a 345,4 y
el año 2002 SOBOCE disminuye su producción a 395,5, FANCESA aumenta a 250,1 y
las otras Cementeras aumentan a 364,8 miles de toneladas de cemento.
Don miguel afirma que si bien al inicio
ambas empresas, SOBOCE y FANCESA, eran de tamaño similar, hoy SOBOCE produce el
doble de FANCESA y que cada año la diferencia tiende a incrementarse.
Esta constatación es evidente, tal como
se puede ver en la tabla 1, que presenta don Miguel, pero lo que no se dice es
que esta tendencia se mantiene desde mucho antes de que SOBOCE pasara a
administrar FANCESA, así el año 1990 SOBOCE producía 195,6 miles de
toneladas de cemento, FANCESA producía 209,2 y las otras Cementeras 156,6. El
año 1995, SOBOCE ya producía 292,5, FANCESA 243,8 y las otras Cementeras 354,5.
El año 1999, SOBOCE ya producía 387,5, FANCESA 339,3 y las otras Cementeras 459,8 miles de
toneladas de cemento, y así la diferencia en la tendencia del crecimiento de
SOBOCE y FANCESA se fue incrementando paulatinamente.
Personalmente, creo que la reversión de
las acciones de SOBOCE a la
Prefectura fue una mala asignación de recursos, sin ningún
estudio previo, porque ahora una buena parte del presupuesto del Gobierno
Autónomo de Chuquisaca se tendrá que destinar a pagar el valor de las acciones
de SOBOCE en vez de destinarlos al desarrollo departamental, y el capital
invertido por SOBOCE se irá fuera de Chuquisaca y fuera del país.
Ahora, quienes administrarán FANCESA
serán los políticos de turno, que no tienen ninguna vocación empresarial ni
experiencia profesional, excepto el discurso demagógico y el arrear las banderas
del partido, como el caso del señor Ortega, Iñiguez, Pérez y otros, ahora
Directores de FANCESA, no en vano don Carlos Apaza del MAS condenó la pugna
interna por pegas entre los directores de la Alcaldía y los Directores
de la Prefectura.
Hay que debatir más sobre el rol del
Estado en la economía y las experiencias que se han dado a nivel mundial, no
hay que olvidar que hasta Cuba está abriendo su economía al mercado, es que el
mercado es una realidad, expresa la conducta económica de las personas, de
regatear, de negociar precios, algo que quiere controlar el gobierno
paternalista y autoritario para imponernos sus decisiones desacertadas…